jueves, 1 de noviembre de 2012

Mentiroso compulsivo.

¿Por qué mentimos? O mejor dicho, ¿A quién?


Ese momento en el que sonríes y le confiesas algo a alguien,suena una campana dentro de ti que te recuerda,que lo que dices no es cierto.
¿Crees que la vida de la otra persona cambiaría si le dijeras la verdad? ¿Es a ella a quien mientes,o es a ti mismo?

Pensémoslo ,a la gente le importa una mierda si somos sinceros o no. Entonces,¿por qué seguir mintiendo?
Os diré por qué; si los demás creen que nuestra vida es perfecta,para nosotros es más fácil creerlo también. 
Vamos..todos decimos que es mejor saber la verdad aunque duela,pero a la hora de llevarlo a cabo,todos nos meamos en los pantalones y nos escondemos detrás de una gran bola de mentiras.

Es cierto que es más fácil hacerse el loco y guardar el dolor en cajitas de un grosor incalculable,pero en el fondo sabes que esa felicidad..es falsa.
Que cada sonrisa que esbozas y la calidez de tu pecho,solo son simples ilusiones que tu mismo creas.

Dicen que está en la naturaleza del ser humado huir del dolor,pero también lo está el saber crecerse ante las adversidades.
Somos tan contradictorios que no sabemos como hacerlo sin acabar en un bar o llorando por las esquinas.

Al fin y al cabo somos así,y seguiremos odiando nuestra capacidad de amar y sentir. Seguiremos huyendo de lo amargo,seguiremos autodestruyéndonos hasta que solo quede el dolor que un día escondimos y una felicidad que nunca fue cierta.

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