lunes, 14 de enero de 2013

Narremos amor Vol.I

''No podía soportarlo,sus ojos me estaban fundiendo el alma. Podía ver la lujuria en ellos,ni siquiera los cristales de esas gafas que tanto me gusta empañar con suspiros consiguen disimularlo. No quería soportarlo,así que no lo hice.
Miré sus labios,entreabiertos,llamándome,pidiéndome a silenciosos gritos que la hiciera mía. Allí mismo. Mía y de nadie más.
Alzando mi mano para tocarlos el aire pesaba,me empujaba hacia el fondo. Jamás me acostumbraré a estar tan cerca de ella.. Pero miradla,¿quién podría? No hay suficiente fuerza de voluntad en el mundo que impida desearla.
Al fin accedo a sus quejidos y poso mis dedos en sus hinchados labios. Cierra los ojos al notar mi tacto y yo al notar el suyo. Puedo sentirlo,ese escalofrío que me hiela el alma cada vez que la toco,cada vez que me toca,cada vez que nos tocamos.
Suelta su pelo, huele a coco. A fresas. A ella.
No puedo más.. la quiero encima,la quiero mía.
Pero todo parece ir a cámara lenta. Dios..cómo duele.
Mirándome,noto sus fríos dedos jugando con los botones de mi camisa,esa que tanto le gusta quitarme..
Torturándome con esos ojos,con esas manos que bajan cada vez más,quitándome el aliento,las dudas,los pantalones..
No aparta los ojos de mi y yo no sé a que agarrarme,la gravedad me ha abandonado,se ha ido con todo rastro de dolor que pudiera atormentarme.
Coloco mis manos en sus caderas,esas que me quitan el frío cada noche,cada mañana,cada vez que hace frío. Da un respingo al notar el roce de mi piel y.. ahí está. Esa sonrisa,esa sonrisa de mejillas calientes y alma expuesta.
Se acabó,ya no controlo.Mis ojos no contestan,solo pueden mirarla a ella. Mi cuerpo no se aguanta,la necesita. Mis manos no son mías,son suyas,tan suyas que no pueden parar de tocarla,acariciándole el centro de todo su ser,donde tantas noches encuentro mi alivio,mi certeza de que vivir vale la pena.
Y me ruega. Sus gemidos,los que yo solo entiendo,me ruegan que no pare. No lo hago,no quiero. Su mojado tacto contra el áspero encaje de las bragas ya rasgadas es lo más celestial que hay en la tierra.
Quejidos. Gemidos. Araña. Suspiros. Piernas flaqueando. Muerde. Cielo. Infierno. Vida. Muerte. 

Ella.

Mis manos quieren más,mi cuerpo me obliga, mi entrepierna arde.
Vuelvo a mirarla,esos ojos que me siguen rogando,que piden guerra para después firmar la paz. Me empuja y me choco. 
Joder,que fría está la pared..y qué caliente está ella.

-Quiero hacerte el amor,ahora.

Siempre sin tapujos..
Acto seguido sus piernas rodean mi cintura sin dejarme escapatoria,justo como a mí me gusta. Sus bragas ya han rozado el suelo,encontrándose con toda la ropa que me quedaba. Expectantes de nuestro amor tan irrefrenable como la luz del día. 
Vuelvo a mirarla,tan frágil,tan como siempre la vi,tan como la escribí en mis miles de guiones. 
La beso,sus labios responden,con la misma necesidad de mi boca como la de mi cuerpo del suyo. De repente para y observa. Sonríe. Otro escalofrío..

-¿Me harás un favor?

Pregunta,sabiendo que mataría a cualquier titán por ella..

-Quiero que me mires cuando me hagas tuya,quiero ver en tu cara el reflejo de la mía,quiero ver tu promesa de amarme toda la vida.

Concediendo su deseo nos fundimos en un momento eterno,el recordaré hasta que mi corazón se canse de funcionar. Tocando el cielo me juré a mi mismo que jamás volvería atrás,por que la vida sin ella no era vida, ni siquiera muerte. La vida sin ella ya no existía. ''









No hay comentarios:

Publicar un comentario